En el ministerio OneHope-Avivemos tenemos presente la importancia de conocer las maneras más eficaces de enseñar a los niños la palabra de Dios. También sabemos que la etapa más formativa de la vida de un niño ocurre entre el nacimiento hasta la edad de 2 años, por lo tanto, animamos a los maestros cristianos a prestar especial atención a aquellos niños que tiene en esa etapa en su grupo. Durante este período, los niños crecen muy rápido físicamente, están desarrollando el sistema locomotor, que les permitirá dentro de poco comer solos, jugar y hablar. El habla como tal se muestra alrededor de los 2 años de edad.
Como el período de atención en este lapso de crecimiento es muy corto, de unos 2 a 4 minutos, el maestro debe considerar muy pequeños lapsos de tiempo para transmitir la enseñanza que desea. El llanto es el principal canal de comunicación para los niños en 0 y 2 años de edad, expresan sentimientos, cansancio u otra necesidad física. Por lo tanto, el docente sensible atiende con amor y tolerancia a los niños en estas edades, tomando en consideración sus habilidades motoras en desarrollo (mover su cabeza, dar palmadas, moverse de un lado a otro, paso al frente y paso atrás, etc.).
En esta etapa los niños responden positivamente a la música y el maestro cristiano puede llevar cantos cortos, de música fácil de seguir que ayuden a los niños a afirmar las motricidades que están adquiriendo y aprender verdades, tales como: a) que Dios los ama y los cuida, b) que Jesús, el Hijo de Dios, los conoce y ama a cada uno de ellos. Es una buena estrategia repetir el mismo canto en cada actividad del día.
Otro grupo muy importante en nuestras reuniones es de los niños de edades entre 2 y 7 años, ya que están desarrollando habilidades motrices más finas, y su período de atención ahora es mayor, de 5 a 9 minutos. Entre los 2 y 4 años comienzan a dar los primeros trazos para la escritura y otras manualidades, tienen más control físico-motor y algunos ya se inician en los deportes. A partir de los 5 años su tasa de crecimiento ha disminuido ligeramente.
El maestro cristiano con niños en estas edades debe considerar con cuidado las actividades o dinámicas de aprendizaje a planificar, ya que los más pequeños de 2 a 4 años son menos hábiles que el resto. Ahora comienzan a participar en juegos de desplazamiento, y están aprendiendo los juegos típicos de los niños, que por lo general son diferentes entre hembras y varones. El maestro debe tener en cuenta estas diferencias y propiciar un ambiente de aceptación y ayuda mutua en el grupo completo.

A los niños en esta etapa les encantan estar activos, y el maestro puede usar esto como ventaja para preparar actividades graciosas que les animen a seguir asistiendo a las clases divertidas donde aprenden de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo. Es la etapa de los primeros juegos de reconocimiento de palabras claves y frases que el maestro desea fijar en la mente y corazón de los niños. Es la etapa de colorear, recortar, ensayar la escritura con letras traviesas, armar rompecabezas, etc.

Este es uno de los mejores momentos para aprender que Jesús los ama igual que a todas las personas del mundo, y por eso Él vino a salvarnos. Ayudarles a invitar a Jesucristo a vivir en su corazón, y enseñarles que pueden conversar con Jesús, el Hijo de Dios, en cualquier momento y en cualquier lugar.

Comience con los niños en el camino que deben seguir, e incluso cuando sean viejos no se apartarán de él. (Proverbios 22:6)