Capacidades Físicas de los Niños II

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En esta oportunidad vamos a referirnos a los niños (as) entre los 8 a los 12 años de edad. Esta es la etapa en que el control muscular de está desarrollando. Muchos crecen de estatura rápidamente al acercarse a la pubertad. Muestran mucha energía y les encanta correr a todo lugar. Como ya tienen mucho más dominio de sus músculos, son voluntarios por excelencia para ayudar a movilizar objetos dentro del salón, a pesar que por causa de su crecimiento acelerado pueden tropezar al no medir muy bien las distancias.
El maestro cristiano puede preparar lecciones que muestren el carácter servidor del Señor Jesús y animar a los pequeños a imitarle en ese rasgo. En esos momentos de celebración de eventos especiales, cumpleaños, día de la Biblia, día del Niño, etc., puede preparar a sus niños(as) para ser ayudantes eficientes y premiarles por su desempeño.
En las edades de 8 a 10 años es posible que niñas y niños se vean de estatura semejante, así como sus intereses también tiendan a ser los mismos. Hembras y varones participan de los juegos, con igual entusiasmo. El maestro de estos grupos puede preparar sus lecciones aprovechando esta característica para afirmar el trabajo en equipo hembra-varón, el respeto mutuo y de opiniones, y observar las destrezas de liderazgo que se comienzan a notar. De ser posible, desarrollar actividades en espacios semi-abiertos, es decir aulas con acceso al exterior, donde el maestro pueda proponer juegos que les permita a los niños (as) moverse.
A partir de 11 años es posible que algunas niñas se vean de mayor estatura que los niños de su misma edad. Aunque algunas veces los intereses siguen siendo semejantes, la mayoría de las niñas en esta edad comienzan a interesarse en otras cosas. Debido a que esta es la etapa del desarrollo sexual físico, las hembras por lo general se retraen de los juegos con los varones. Muchos signos de maduración física comienzan a mostrarse y algunas niñas muestran su cansancio más rápidamente.
Los niños entre los 11 y 12 años también comienzan a experimentar los primeros signos de desarrollo sexual en su cuerpo, pero son menos evidentes que en las niñas. Por lo general sus intereses se mantienen en la actividad física y en los juegos de destreza muscular. En algunos ha disminuido su interés por colaborar, sin embargo, tienden a estar dispuestos si se les solicita.
Es la etapa de los juegos de “sólo varones”, por lo que el maestro cristiano debe estar muy atento para ayudarles a gestionar sus relaciones entre ellos y las niñas del grupo. Las estrategias de juego de roles son saludables en esta etapa, las dramatizaciones y pequeños debates, o discusiones dirigidas, sobre los temas de la aceptación y el amor de Jesús por toda la humanidad, sin distingo de edad, y sexo.
El maestro cristiano debe ser sensible a estos cambios y planificar sus enseñanzas tal que todo el grupo comience a aceptar sus diferencias y verlas como parte fundamental de su identidad. Puede ser momento de presentar lecciones que les fortalezcan y les ayude a identificarse con el propósito de Dios para sus vidas. Animarles a buscar ayuda en la Palabra de Dios para reconocer, tanto sus potencialidades como sus limitaciones, para así seguir y servir al Señor de todas las maneras posible.
“…que Cristo viva en sus corazones por la fe, y que el amor sea la raíz y el fundamento de sus vidas.”. Efesios 3:17(DHH)

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