El equipo OneHope-Avivemos continúa buscando estrategias que podamos compartir con los líderes de jóvenes a fin de colaborar en la enseñanza de la Palabra de Dios en nuestras comunidades. Es por ello, que hemos estado revisando las características del ser humano en su crecimiento y cómo podemos convertirlas en herramientas que le permitan al líder presentar una lección innovadora.
Para la mayoría de los investigadores, cuando el ser humano alcanza los 15 años de edad, la pubertad se ha completado. Entre los cambios físicos que se viven en este período, podemos destacar que:
- El crecimiento físico de las hembras se retarda y se considera que se detiene a partir de los 16 años. Para ellas la menstruación es ya parte de su vida.
- Para los varones continúa el crecimiento y es muy posible que sea a partir de esta edad que experimente un cambio acelerado en su estatura y desarrollo muscular. También Es muy probable que ya haya experimentado la primera emisión seminal.
- Entre los 15-17 años en el varón se observa la aparición del vello facial, y la protuberancia en la zona del cuello conocida, como manzana de Adán.
- Vemos cambios en el tono de voz, se hace menos aguda en la hembras y más grave y gruesa en los varones.
- Para ambos sexos es la etapa de la aparición del acné.
- Ambos, hembras y varones, también experimentan cambios notables en su olor corporal.
Todos estos cambios físicos son normales debido al aumento de la actividad hormonal propia de cada sexo. La imagen corporal se toma un papel preponderante en esta etapa de la vida. Por lo que tales cambios repercuten en el comportamiento de los jóvenes y adolescentes en todos los espacios donde se encuentran. El tema de conversación de mayor interés en esta etapa es el sexo.
El líder de jóvenes y adolescentes cristiano necesita ejercitar la compresión para ser eficiente en su deseo de ayudar a estos grupos en su proceso de crecimiento y conocimiento del Señor. Una estrategia importante cuando se enseña a los jóvenes es involucrarlos intencionalmente en las conversaciones y charlas sobre sus temas de interés, y guiarlos a pensar críticamente acerca de lo que dice la Palabra de Dios sobre ese tema, comparándolo con el mundo que los rodea. Por supuesto, ¡a veces es más fácil decirlo que hacerlo!”
Cuando los jóvenes alcanzan de 18 a 20 años de edad, para las hembras ya ha culminado su crecimiento físico y muchas veces también han adquirido una gran madurez emocional. Es muy probable que algunas de las chicas ya hayan tenido su primera experiencia de intimidad sexual. El líder de jóvenes requiere de sensibilidad y prudencia para presentar enseñanza, quizá vía películas, lectura grupal de libros o folletos, que ayude a las chicas y guiarlas al amor del Señor y su aceptación.
En los varones aún no ha terminado su desarrollo físico, aunque para muchos comienza a retardarse. Es la etapa cuando los jóvenes tienden a destacarse en los deportes y artes que practican. Esos momentos de éxito pueden ser tomados por el líder de jóvenes para animarles a afianzar su decisión por la vida cristiana y dar a conocer a Jesucristo entre sus compañeros.
En estas edades las diferencias físicas entre ambos sexos ya están completamente definidas y los líderes de jóvenes son retados a presentar sus enseñanzas de tal manera que motiven a este grupo permanecer y perseverar en la práctica de los valores que modeló Jesucristo.
“…que Cristo viva en sus corazones por la fe, y que el amor sea la raíz y el fundamento de sus vidas.”. Efesios 3:17(DHH)