Por Rvdo. Emilio A. Reyes
Vicepresidente OneHope para Latinoamérica
Uno de los grandes influenciadores de mi vida fue mi pastor, quien me ayudó a comprender que en Cristo somos ganadores y que por ende podemos enfrentarnos a cualquier dificultad. Aprender esta verdad a temprana edad cambia el futuro de muchos jóvenes y adolescentes.
Por lo tanto, todo aquel que está guiando a un joven creyente en Jesucristo se debe dedicar a que comprenda que si es hijo de Dios y guarda Su Palabra, el Padre Eterno hará que siempre triunfe en unión a Cristo. (Josué 1:5, Romanos 8:31).
Estos son algunos de los males sobre los que Cristo nos hace vencedores y de lo que todo hijo de Dios debe estar convencido:
El sistema del mundo
El verdadero seguidor de Jesús tiene victoria sobre el mundo o sobre el sistema en el cual vivimos. Por ser hijo de amor, es decir, hijo de Dios, y por mantener su fe y su confianza en Él, tendrá éxito sobre el mundo (1 Juan 5:4).
Las tentaciones
El verdadero seguidor de Jesús tiene éxito sobre las tentaciones. El problema no es ser tentado sino ceder a la tentación. La tentación revela lo que está sucediendo en lo íntimo del corazón, las luchas internas. (Santiago 1:12, 1 Corintios 10:13, TLA).
El pecado
El verdadero seguidor de Jesús domina el pecado. Lo puede hacer porque Jesucristo pudo dominarlo. Esta es una de las verdades más liberadoras que debemos aprender. (Efesios 2:5, TLA). Dios está en control total de nuestra vida.
El diablo
El verdadero seguidor de Jesús derrota al diablo. Sí, es cierto que el diablo tiene poder y que es el príncipe de este mundo, pero más poder tiene Jesucristo. Un hijo de amor no tiene que temerle al diablo, el lugar del diablo es debajo de nuestros pies. El diablo no tiene parte ni suerte con su vida. (1 Juan 2:14)
La carne
El verdadero seguidor de Jesús sojuzga la carne, o sea la naturaleza humana. Los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en la cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos. El Espíritu de Dios, que está en cada seguidor de Cristo, le ayuda a vencer los apetitos de la naturaleza humana, o sea los deseos de pecar (Gálatas 5:24).
Las dificultades
El verdadero seguidor de Jesús vence las dificultades de la vida. Nada ni nadie te puede separar del amor que Jesucristo tiene por ti. No hay problemas, ni sufrimientos, ni ninguna prueba que desmotive a Dios de amarte por medio de su hijo Jesucristo. Puedes estar seguro de que Jesús te amó, te ama y siempre te amará (Romanos 8:35-37). El mismo Jesús advirtió: «En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo» (Juan 16:33).
La muerte
El verdadero seguidor de Jesús tiene victoria sobre la muerte. Esa muerte que no pudo retener a Jesús, tampoco podrá retenernos a nosotros. Pero es necesario saber que sin Cristo estamos perdidos. Sin Cristo la vida no tiene significado ni propósito. Una vida sin propósito es solo una muerte prematura. Pero hay vida en abundancia para aquel que se entrega completamente a Dios.
Ser guía, pastor o consejero de la próxima generación puede llegar a parecernos aterrador, mucho más si cada día se nos hace evidente las palabras del apóstol Pablo a los filipenses cuando nos llama a vivir como luminarias en medio de una generación “torcida y perversa” (Filipenses 2:15). Pero nuestros niños y jóvenes necesitan saber que no hay respuestas fáciles, pero sí hay esperanza, y sobre todo saber que a Dios Padre realmente le importan las decisiones que ellos toman.
“El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. (Juan 10:10 RVA-2015)