En Avivemos conocemos el impacto que tiene el líder de jóvenes cristianos en su rol de enseñanza y por eso procuramos presentarle información relevante en nuestra red que, al usarla, pueda impactar la vida de jóvenes y adolescentes.  Varios investigadores reportan que la interacción con la Biblia proporciona la influencia más fuerte para un comportamiento adolescente y juvenil positivo. La psicología y la investigación moderna nos dicen que la cantidad de información que aprendemos y recordamos durante nuestra juventud es el porcentaje más alto que retenemos durante nuestra vida. 

Dios creó al ser humano con cuatro áreas en desarrollo y cambio: físico, mental, socio-emocional y espiritual. Las habilidades que nos permiten el procesamiento de información, la resolución de problemas, la percepción, el lenguaje, la memoria entre otras, es lo que conocemos como capacidades Cognitivas. En la actualidad las teorías de aprendizaje reconocen varios tipos de Capacidades Cognitivas, a saber:  

• Lenguaje: manejo adecuado de las palabras para expresar pensamientos, sentimientos, ideas. 
• Atención: permite concentrarnos en un estímulo y descartar el resto.
• Memoria: da acceso a recibir, analizar, almacenar y recuperar experiencias, estímulos y aprendizajes previos.
• Percepción: recibir e interpretar los estímulos físicos del medio que nos rodea.
• Funciones ejecutivas: permiten que llevemos a cabo procesos como planificación, organización, el control de impulsos y la creatividad.
• Orientación espacio temporal: ubicación en el espacio y el tiempo para poder interactuar a nivel social.

Cada individuo es único, con una personalidad y una experiencia de vida distinta. Por esta razón, la edad no es el único signo de desarrollo en adolescentes y jóvenes en particular.  Sin embargo, hay algunas cualidades que son comunes a la mayoría de las personas en un grupo de edades semejantes.  Consideramos que la adolescencia se inicia a partir de los 11 años y se le denomina temprana hasta los 14 años de edad. 

Durante esa etapa se observa en los jóvenes:

• Aumento de la capacidad de pensamiento abstracto. Por lo tanto, a estos adolescentes el líder cristiano puede plantearle situaciones hipotéticas, preguntas que comienzan con un supuesto, ejemplo: “y si estuvieras en…, ¿qué harías?”

• Mayor Interés en el presente, sin pensar mucho en el futuro. Los cambios hormonales tienden a afectar sus pensamientos y emociones, provocando muchas veces Sentimientos de incomodidad, Mal humor.  El líder cristiano orienta a buscar ayuda en la Palabra de Dios, por ejemplo, presentando historias bíblicas de jóvenes o adolescentes con los que puedan identificarse.  

• Los Intereses intelectuales se expanden y se vuelven más importantes. Su Pensamiento moral es más Profundo, así que, es posible desafiarles con preguntas más difíciles que los introduzcan a la búsqueda de mayor información para dar respuesta. El líder cristiano puede plantear temas algo controversiales de la actualidad y usar mini foros donde los adolescentes presenten sus opiniones y posiciones al respecto y comparar con la palabra de Dios. 

• Lucha con el sentido de identidad y tiene mayor interés en la privacidad. El líder cristiano debe prestar especial atención a esta característica, en especial en el momento de apoyar la enseñanza con estrategias de juegos, competencias, o teatros, evitando que alguno de los jóvenes sea objeto de burlas o acciones semejantes.   
• Aceptan que los padres no son perfectos, por lo cual, aumentan los conflictos con ellos. También aumenta la influencia de grupo de pares y el deseo de ser independiente. En este período, el líder cristiano puede mostrarse amigo, confidente, mediador en caso de conflicto, así como, afirmarlos en la verdad de que Dios ama la familia y deben permanecer aferrados a ella. 

Todo maestro de la ley que ha aprendido sobre el reino de Dios, es como el dueño de una casa. De lo que tiene guardado saca cosas nuevas y cosas antiguas” 

(Mateo 13:52 PDT)